lunes, 12 de marzo de 2012

PATENTES

Esta entrada habla sobre las empresas farmacéuticas y, muy especialmente, de las patentes que aparecen en estas empresas y en su modo de financiar las investigaciones. A continuación contestaré a las cuestiones que aparecen en la ficha, de la que os dejo aquí un enlace.

1. En el primer texto, aparece un conflicto al que se tiene que enfrentar la sociedad actual. Las investigaciones de las empresas farmacéuticas tienen un coste muy elevado, y sumando a esto el afán de recaudar dinero y de beneficiarse ellas mismas, ponen unos precios muy elevados a las patentes. Esto provoca que los países más pobres y subdesarrollados, que son en realidad los que más necesitan estos medicamentos, sean incapaces de comprarlos para combatir a las diferentes enfermedades que tanto afectan a su sociedad. Sin embargo, si eliminamos las patentes de los medicamentos, los países necesitados tampoco dispondrían de ellos, ya que las empresas farmacéuticas se quedarían sin fondos para su investigación. Este conflicto es una rueda sin salida, es decir, si eliminamos las patentes, no habría investigación y por tanto tampoco habría medicamentos; pero si siguen teniendo un coste tan elevado, los países pobres tampoco podrán comprar los medicamentos. En conclusión, vivimos en una sociedad muy injusta, en la que las personas más necesitadas de medicamentos no pueden acceder a ellos debido a la situación de pobreza a la que están expuestas.


2. Una patente es un documento que reconoce la invención de algo por parte de una persona y los derechos de este descubrimiento. Hoy en día las patentes tienen un precio muy elevado ya que el principal propósito es la recaudación de dinero para un uso propio, es decir, que la sociedad no sea beneficiada. Pienso que la mejor manera de resolver el conflicto mencionado en el apartado anterior sería bajar el precio a estas patentes, y suplir el resto de la cantidad necesaria colaborando con diferentes empresas de investigación o con universidades. Además, si las empresas farmacéuticas se niegan a bajar el precio de las patentes, se podría intentar dialogar con ellas y con la Organización Mundial de la Salud para que estas empresas donen una determinada cantidad de sus beneficios a los países subdesarrollados más afectados por las grandes epidemias mundiales y así estos puedan permitirse comprar medicamentos para combatir estas enfermedades que se llevan tantas vidas cada año.

3. Manuel Patarroyo es un científico colombiano nacido en el año 1946 en la ciudad de Ataco. Graduado en la Universidad Nacional de Colombia en 1970, obtuvo su doctorado en medicina y cirugía al año siguiente. Patarroyo siempre ha sentido una gran admiración hacia el científico Luis Pasteur, la inmunología y la virología, de manera que su carrera profesional se centró en la investigación en diversos centros estadounidenses y suecos. Fundó el Instituto de Inmunología del Hospital San Juan de Dios, en el que se investigan muchas enfermedades de carácter mundial, como el lupus, leucemia, tuberculosis, lepra… Es mundialmente conocido por el descubrimiento de la vacuna sintética SPf 66, o más conocida como la vacuna contra la malaria en el año 1984, la cual se ha ido perfeccionando y ha demostrado unos resultados muy contundentes. Sin embargo, este descubrimiento tuvo que pasar muchos obstáculos para dar sus frutos, ya que ha sido causa de envidias de las diferentes empresas farmacéuticas. Patarroyo era consciente de las grandes cantidades de dinero que podía mover este medicamento y, en un acto de generosidad, donó la vacuna en nombre de su país natal, Colombia, a la Organización Mundial de la Salud (OMS) en mayo de 1993. La vacuna fue muy alabada por este organismo, por lo que otorgaron a Patarroyo el premio León Bernard. A parte de este reconocimiento, el investigador recibió una gran cantidad de premios por su gran contribución a la ciencia moderna, entre los que destacan el doctorado honoris causa por la Universidad Nacional del Tolima y Metropolitana de Barranquilla y el nombramiento como académico de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid, entre otros.



4. Tanto la medicina como la ciencia en general tienen un papel muy importante en nuestra sociedad actual, ya que gracias a ellas podemos vivir en mejores condiciones y con una vida más cómoda y sencilla. Sin embargo, para poder vivir de esta manera es necesaria la investigación en todas las ramas de la ciencia, pero sobre todo en la rama sanitaria. Por esta razón se crearon las patentes, para dar un reconocimiento al investigador que aportó su granito de arena a la ciencia. Pero, ¿estos investigadores usan estas patentes para ayudar a la sociedad o simplemente para enriquecerse ellos mismos? Esta polémica es muy comentada hoy en día y se está luchando para que las empresas farmacéuticas tengan de verdad el objetivo de ayudar a la sociedad. Nosotros no nos podemos quejar del modo en que vivimos, ya que disponemos de todas las facilidades necesarias para llevar una vida fácil. Sin embargo, hay muchas personas procedentes de los países tercermundistas que no disponen de los bienes necesarios para vivir, especialmente de un buen servicio sanitario. En conclusión, debemos luchar para que estos medicamentos lleguen a todos por igual, ya que son los países subdesarrollados los que más necesitan estas curas.

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