El SIDA ( o Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) es provocado por un virus conocido por Virus de Inmunodeficiencia Humana(VIH). Este virus ataca a los anticuerpos de nuestro organismo provocando que seamos incapaces de luchar contra enfermedades corrientes tales como una gripe o un resfriado, pudiendo incluso llegar a ser mortales. Desde que se descubrió la existencia de esta enfermedad en la década de los ochenta, un número sin precedentes de personas de todos los continentes se vieron afectadas por esta epidemia mundial. Hoy en día se calcula que hay casi un total de 33 millones de personas que viven con SIDA.
A una persona se le diagnostica que padece SIDA al desarrollar una determinada enfermedad, llamada infección oportunista, ya que se aprovechan de que nuestro sistema inmunológico se encuentre debilitado. Pero también se puede diagnosticar el SIDA sin la existencia de estas infecciones oportunistas, viendo si el número de células del sistema inmonulógico (células CD4) en la sangre de una persona VIH positivo se encuentra por debajo de los niveles normales.
Lamentablemente, hoy en día no existe una cura definitiva contra esta enfermedad, y se está investigando exhaustivamente para encontrar una vacuna que sea capaz de prevenir el virus del VIH. Sin embargo, sí que existen unos tratamientos que facilitan la vida de las personas que padecen esta enfermedad, llamados tratamientos antirretrovíricos. Estos son capaces de prolongar el tiempo transcurrido desde la infección del virus hasta que se manifiesta el SIDA. Estos tratamientos son bastante efectivos, y permiten que la persona infectada con VIH que esté recibiendo el tratamiento pueda vivir toda la vida sin manifestar la enfermedad. Sin embargo, esto no se puede aplicar a todas las personas afectadas, ya que la mayoría de ellas provienen de África y ambientes de extrema pobreza, por los que les es imposible beneficiarse de los avances de la ciencia en este ámbito y mueren aun existiendo una solución.
Al no haber una cura definitiva contra la enfermedad y siendo estos tratamientos muy caros, lo único que queda hacer es concienciar a la sociedad y prevenir el contagio del SIDA a un mayor número de personas. El SIDA se transmite a través del contacto directo entre la sangre de dos personas, ya sea mediante transfusiones sanguíneas de pacientes infectados a pacientes sanos o por vía intravenosa entre personas drogadictas al compartir jeringuillas, el contacto de líquidos corporales con la sangre, es decir, en durante las relaciones sexuales; o a través de la transmisión de la madre al hijo cuando esta está embarazada. Por todo esto, se debería hacer llegar a las diferentes poblaciones del mundo los conocimientos necesarios para que ellos puedan ser capaces de prevenir el contagio. Además, se debería promover el uso del preservativo y de las relaciones sexuales responsables.
Nos podemos preguntar por qué las personas hoy en día se siguen contagiando de esta enfermedad si en teoría se está concienciando a la sociedad para prevenir su contagio. Existen cuatro razones principales para esto:
- En algunos países con pocos recursos, los tratamientos antirretrovíricos no son accesibles para otros, y en otros que son desarrollados, tales como Estados Unidos, muchas personas no se los pueden permitir porque son muy caros y no tienen un seguro médico.
- Algunas personas a las que se les detectó la enfermedad tarde presentan resistencias a los tratamientos.
- Muchas personas no son conscientes de padecer la enfermedad ya que no se han realizado la prueba de detección del VIH y solo son conscientes de su estado al desarrollar una enfermedad relacionada con la infección.
- Por último, al ser tratamientos muy largos, los enfermos suelen cesar la ingesta de los medicamentos o no pueden tolerar sus efectos secundarios.
Alrededor de 2,6 millones de personas se vieron afectadas por el virus en 2009, y se calcula que cerca de 2 millones murieron ese mismo año a causa de la enfermedad. África subsahariana es la zona más afectado por esta enfermedad, y se calcula que alrededor del 75% de las muertes en 2009 se produjeron en este área. Estos datos tienen una grave repercusión en las sociedades y economías. Por ejemplo, en los países más afectados por el virus, la esperanza de vida se ha reducido a 20 años y más de 16 millones de niños han perdido a uno o a ambos progenitores a causa del SIDA. Sin embargo, observando esta enfermedad a nivel mundial, se puede observar que en los últimos años el número de muertes por SIDA ha disminuido y se ha estabilizado el porcentaje mundial de infectados.
En conclusión, todos juntos debemos luchar por combatir esta enfermedad que se lleva millones de vidas cada año y en la que los enfermos son mal vistos y discriminados por la sociedad. Debemos actuar para que haya más compromisos gubernamentales para fomentar campañas de información sobre la enfermedad que lleguen a todos los rincones del planeta, y promover las investigaciones para encontrar por fin la cura definitiva contra esta epidemia esta epidemia que se lleva tantas vidas cada año.