martes, 13 de marzo de 2012

¿QUÉ ES EL SIDA?



La enfermedad del SIDA es una de las grandes epidemias que afectan al mundo actual y que se lleva millones de vidas todos los años, afectando más profundamente a los países tercermundistas. A continuación, os voy a explicar brevemente en qué consiste esta enfermedad de la que hemos estado hablando en clase estos últimos días.
El SIDA ( o Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) es provocado por un virus conocido por Virus de Inmunodeficiencia Humana(VIH). Este virus ataca a los anticuerpos de nuestro organismo provocando que seamos incapaces de luchar contra enfermedades corrientes tales como una gripe o un resfriado, pudiendo incluso llegar a ser mortales. Desde que se descubrió la existencia de esta enfermedad en la década de los ochenta, un número sin precedentes de personas de todos los continentes se vieron afectadas por esta epidemia mundial. Hoy en día se calcula que hay casi un total de 33 millones de personas que viven con SIDA.

A una persona se le diagnostica que padece SIDA al desarrollar una determinada enfermedad, llamada infección oportunista, ya que se aprovechan de que nuestro sistema inmunológico se encuentre debilitado. Pero también se puede diagnosticar el SIDA sin la existencia de estas infecciones oportunistas, viendo si el número de células del sistema inmonulógico (células CD4) en la sangre de una persona VIH positivo se encuentra por debajo de los niveles normales. 

Lamentablemente, hoy en día no existe una cura definitiva contra esta enfermedad, y se está investigando exhaustivamente para encontrar una vacuna que sea capaz de prevenir el virus del VIH. Sin embargo, sí que existen unos tratamientos que facilitan la vida de las personas que padecen esta enfermedad, llamados tratamientos antirretrovíricos. Estos son capaces de prolongar el tiempo transcurrido desde la infección del virus hasta que se manifiesta el SIDA. Estos tratamientos son bastante efectivos, y permiten que la persona infectada con VIH que esté recibiendo el tratamiento pueda vivir toda la vida sin manifestar la enfermedad. Sin embargo, esto no se puede aplicar a todas las personas afectadas, ya que la mayoría de ellas provienen de África y ambientes de extrema pobreza, por los que les es imposible beneficiarse de los avances de la ciencia en este ámbito y mueren aun existiendo una solución.

Al no haber una cura definitiva contra la enfermedad y siendo estos tratamientos muy caros, lo único que queda hacer es concienciar a la sociedad y prevenir el contagio del SIDA a un mayor número de personas. El SIDA se transmite a través del contacto directo entre la sangre de dos personas, ya sea mediante transfusiones sanguíneas de pacientes infectados a pacientes sanos o por vía intravenosa entre personas drogadictas al compartir jeringuillas, el contacto de líquidos corporales con la sangre, es decir, en durante las relaciones sexuales; o a través de la transmisión de la madre al hijo cuando esta está embarazada. Por todo esto, se debería hacer llegar a las diferentes poblaciones del mundo los conocimientos necesarios para que ellos puedan ser capaces de prevenir el contagio. Además, se debería promover el uso del preservativo y de las relaciones sexuales responsables.

Nos podemos preguntar por qué las personas hoy en día se siguen contagiando de esta enfermedad si en teoría se está concienciando a la sociedad para prevenir su contagio. Existen cuatro razones principales para esto:
    1. En algunos países con pocos recursos, los tratamientos antirretrovíricos no son accesibles para otros, y en otros que son desarrollados, tales como Estados Unidos, muchas personas no se los pueden permitir porque son muy caros y  no tienen un seguro médico.
    2. Algunas personas a las que se les detectó la enfermedad tarde presentan resistencias a los tratamientos.
    3. Muchas personas no son conscientes de padecer la enfermedad ya que no se han realizado la prueba de detección del VIH y solo son conscientes de su estado al desarrollar una enfermedad relacionada con la infección.
    4. Por último, al ser tratamientos muy largos, los enfermos suelen cesar la ingesta de los medicamentos o no pueden tolerar sus efectos secundarios.
Alrededor de 2,6 millones de personas se vieron afectadas por el virus en 2009, y se calcula que cerca de 2 millones murieron ese mismo año a causa de la enfermedad. África subsahariana es la zona más afectado por esta enfermedad, y se calcula que alrededor del 75% de las muertes en 2009 se produjeron en este área. Estos datos tienen una grave repercusión en las sociedades y economías. Por ejemplo, en los países más afectados por el virus, la esperanza de vida se ha reducido a 20 años y más de 16 millones de niños han perdido a uno o a ambos progenitores a causa del SIDA. Sin embargo, observando esta enfermedad a nivel mundial, se puede observar que en los últimos años el número de muertes por SIDA ha disminuido y se ha estabilizado el porcentaje mundial de infectados.




En conclusión, todos juntos debemos luchar por combatir esta enfermedad que se lleva millones de vidas cada año y en la que los enfermos son mal vistos y discriminados por la sociedad. Debemos actuar para que haya más compromisos gubernamentales para fomentar campañas de información sobre la enfermedad que lleguen a todos los rincones del planeta, y promover las investigaciones para encontrar por fin la cura definitiva contra esta epidemia esta epidemia que se lleva tantas vidas cada año.



lunes, 12 de marzo de 2012

PATENTES

Esta entrada habla sobre las empresas farmacéuticas y, muy especialmente, de las patentes que aparecen en estas empresas y en su modo de financiar las investigaciones. A continuación contestaré a las cuestiones que aparecen en la ficha, de la que os dejo aquí un enlace.

1. En el primer texto, aparece un conflicto al que se tiene que enfrentar la sociedad actual. Las investigaciones de las empresas farmacéuticas tienen un coste muy elevado, y sumando a esto el afán de recaudar dinero y de beneficiarse ellas mismas, ponen unos precios muy elevados a las patentes. Esto provoca que los países más pobres y subdesarrollados, que son en realidad los que más necesitan estos medicamentos, sean incapaces de comprarlos para combatir a las diferentes enfermedades que tanto afectan a su sociedad. Sin embargo, si eliminamos las patentes de los medicamentos, los países necesitados tampoco dispondrían de ellos, ya que las empresas farmacéuticas se quedarían sin fondos para su investigación. Este conflicto es una rueda sin salida, es decir, si eliminamos las patentes, no habría investigación y por tanto tampoco habría medicamentos; pero si siguen teniendo un coste tan elevado, los países pobres tampoco podrán comprar los medicamentos. En conclusión, vivimos en una sociedad muy injusta, en la que las personas más necesitadas de medicamentos no pueden acceder a ellos debido a la situación de pobreza a la que están expuestas.


2. Una patente es un documento que reconoce la invención de algo por parte de una persona y los derechos de este descubrimiento. Hoy en día las patentes tienen un precio muy elevado ya que el principal propósito es la recaudación de dinero para un uso propio, es decir, que la sociedad no sea beneficiada. Pienso que la mejor manera de resolver el conflicto mencionado en el apartado anterior sería bajar el precio a estas patentes, y suplir el resto de la cantidad necesaria colaborando con diferentes empresas de investigación o con universidades. Además, si las empresas farmacéuticas se niegan a bajar el precio de las patentes, se podría intentar dialogar con ellas y con la Organización Mundial de la Salud para que estas empresas donen una determinada cantidad de sus beneficios a los países subdesarrollados más afectados por las grandes epidemias mundiales y así estos puedan permitirse comprar medicamentos para combatir estas enfermedades que se llevan tantas vidas cada año.

3. Manuel Patarroyo es un científico colombiano nacido en el año 1946 en la ciudad de Ataco. Graduado en la Universidad Nacional de Colombia en 1970, obtuvo su doctorado en medicina y cirugía al año siguiente. Patarroyo siempre ha sentido una gran admiración hacia el científico Luis Pasteur, la inmunología y la virología, de manera que su carrera profesional se centró en la investigación en diversos centros estadounidenses y suecos. Fundó el Instituto de Inmunología del Hospital San Juan de Dios, en el que se investigan muchas enfermedades de carácter mundial, como el lupus, leucemia, tuberculosis, lepra… Es mundialmente conocido por el descubrimiento de la vacuna sintética SPf 66, o más conocida como la vacuna contra la malaria en el año 1984, la cual se ha ido perfeccionando y ha demostrado unos resultados muy contundentes. Sin embargo, este descubrimiento tuvo que pasar muchos obstáculos para dar sus frutos, ya que ha sido causa de envidias de las diferentes empresas farmacéuticas. Patarroyo era consciente de las grandes cantidades de dinero que podía mover este medicamento y, en un acto de generosidad, donó la vacuna en nombre de su país natal, Colombia, a la Organización Mundial de la Salud (OMS) en mayo de 1993. La vacuna fue muy alabada por este organismo, por lo que otorgaron a Patarroyo el premio León Bernard. A parte de este reconocimiento, el investigador recibió una gran cantidad de premios por su gran contribución a la ciencia moderna, entre los que destacan el doctorado honoris causa por la Universidad Nacional del Tolima y Metropolitana de Barranquilla y el nombramiento como académico de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid, entre otros.



4. Tanto la medicina como la ciencia en general tienen un papel muy importante en nuestra sociedad actual, ya que gracias a ellas podemos vivir en mejores condiciones y con una vida más cómoda y sencilla. Sin embargo, para poder vivir de esta manera es necesaria la investigación en todas las ramas de la ciencia, pero sobre todo en la rama sanitaria. Por esta razón se crearon las patentes, para dar un reconocimiento al investigador que aportó su granito de arena a la ciencia. Pero, ¿estos investigadores usan estas patentes para ayudar a la sociedad o simplemente para enriquecerse ellos mismos? Esta polémica es muy comentada hoy en día y se está luchando para que las empresas farmacéuticas tengan de verdad el objetivo de ayudar a la sociedad. Nosotros no nos podemos quejar del modo en que vivimos, ya que disponemos de todas las facilidades necesarias para llevar una vida fácil. Sin embargo, hay muchas personas procedentes de los países tercermundistas que no disponen de los bienes necesarios para vivir, especialmente de un buen servicio sanitario. En conclusión, debemos luchar para que estos medicamentos lleguen a todos por igual, ya que son los países subdesarrollados los que más necesitan estas curas.